Retiro parroquial de Cuaresma


 Un año más nuestra parroquia se prepara para celebrar con fervor la Semana Santa convocando a un retiro de oración el próximo fin de semana.

Durante toda la jornada habrá siempre un sacerdote con quien poder confesarse. El Pater de la Escuela Naval dirigirá la predicación del sábado.

Llega a su undécima edición «24 horas para el Señor», la iniciativa cuaresmal de oración y reconciliación instituida por voluntad del Papa Francisco. En la Unidad Pastoral de Marín lo celebraremos del viernes 14 al sábado 15 de marzo. El Lema elegido por el Santo Padre para este año está tomado de un versículo de la Carta a los Romanos: «Caminemos a una vida nueva» (Rm 6,4).

El viernes 15 de marzo se desarrollará en el templo nuevo y dará comienzo con el habitual rezo del Rosario a las siete y media de la tarde. A continuación participaremos en la celebración de la Eucaristía.  un Vía Crucis meditado y concluiremos el día con la vigilia de adoración al Santísimo Sacramento.

Al día siguiente,  sábado 16 de marzo, nos trasladaremos al templo antiguo para juntos rezar Laudes a las diez y media de la mañana. A continuación el Pater de la Escuela Naval Militar, don César Meca,  dirigirá una meditación cuaresmal. Varios sacerdotes acudirán al término de la predicación para la celebración del sacramento de la Penitencia.

Por la tarde los más jóvenes de la parroquia podrán también participar en un retiro especialmente diseñado para ellos. El Santísimo permanecerá expuesto hasta la término del retiro a las seis de la tarde.


En la Cuaresma, Cristo nos invita a renovar nuestro estilo de vida, a cambiar comportamientos de vida cristiana relajados y desdibujados por otros de clara identidad, exigible a los seguidores de Jesucristo. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas (oración, ayuno, limosna), que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo pues, por acción negativa de nuestros pecados, nos alejamos más de Dios.

Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.



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